Sociedad Limitada o Autónomo ¿qué opción me conviene?
Ante la idea de constituir un negocio, son muchas las personas que se plantean esta pregunta. A continuación trataremos de despejar algunas dudas,
Lógicamente uno de los criterios a tener en cuenta antes de decantarnos por una u otra opción, es el factor económico.
La forma de tributación también es distinta en cada caso. Una SL pagará impuestos mediante el Impuesto de Sociedades, mientras que el Autónomo lo hará mediante el IRPF. Como el IRP es un impuesto progresivo, sólo se abonarán cantidades elevadas si los beneficios también han sido elevados. Pero existe un pequeño contra a esta ventaja: el Autónomo responde de las deudas con todo su patrimonio, mientras que en la S.L no lo hace.
También debemos tener en cuenta que los trámites como autónomo van a ser más simples (y rápidos) que en el caso de constituir una sociedad. Este aspecto también debe ser tenido en cuenta si no disponemos de mucho tiempo, o si nuestros conocimientos en la materia son básicos. Como la contabilidad del Autónomo es más sencilla, los costes de gestoría suelen ser más reducidos que en el caso de una S.L. , por lo que este aspecto también es decisivo.
En general, podríamos concluir que si nos encontramos ante un individuo con conocimientos básicos y capital reducido, en un primer momento resulta más ventajoso establecerse como Autónomo. Sólo se si cuenta con una solvencia económica considerable (o si se esperan grandes beneficios desde el inicio) es cuando resulta recomendable constituir una Sociedad Limitada.
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